Cierro los ojos.
Oigo los maremotos venideros
que suceden a la tormenta interna.
Ya terminé de montar mi velero.
Esta calma externa es la resaca del poema.
Este caos me (des)coloca las sílabas,
la saliva y el alma en sus lugares.
Lúcido ante la oscura inmensidad.
La vida sólo es vida.
El amor sólo puede ser amor
y la duda puede no serlo todo.
La brújula sólo apunta a lo ignoto.
Cierro los ojos.
Suso Sudón
Contraportada de "Los diez dedos de Naoko"
Los diez dedos de Naoko
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